Lo he conseguido, he cerrado la puerta, la he cerrado y estoy preparada para abrir otra, todas las que haga falta. No solo he cerrado una puerta, me he desprendido de sentimientos pesados, de desconfianzas, me he desprendido de miedos a amar a los demás y a mi misma.
Crecí una noche de enero, ya no soy la misma, en la vida no hay nada quieto y yo no estoy quieta, no quiero estar quieta. Sé que no será facil vivir sin mis apegos, tendré que aprender, pero es que sin esos pesos me siento feliz, siento que vivo el presente el "aquí y ahora".
Y es que es hora de hacer limpieza en mi desierto y ahora brilla más que nunca y es más consentido que nunca.
Bendigo al Padre Sol que alimenta las ilusiones
Bendigo al abuelo piedra que me da su sabiduria
Bendigo a la hermana fuerza que me hace una nueva mujer cada día...