No, no he estado sorda ni ciega, ha sido el miedo a seguir adelante con los cambios de vida, miedo a entender que soy feliz, miedo a terminar con mis planes, miedo a volver la esquina del futuro. Cuantas luchas contra este mismo miedo, cuantas guerras ganadas y sigue ahí escondido tras las cortinas de mi alma para asomar en una distracción y atacar de nuevo.
Otra batalla ganada, sé que no será la última, no he acabado con él aunque ha salido malherido, está agotado. Lo ha vuelto ha vencer la fuerza de la vida, ella no se dobla ante nada ni nadie.
Vuelvo a sentarme frente la hoja en blanco, está intigrante por las frases que poco a poco se van escribiendo, le siguen faltando rimas sonantes y asonantes, solo la prosa ilumina los tachones que se van alineando en un pentagrama, en el que las palabras dibujan las notas de la canción que las manchas, convertidas en lindas mariposas, bailan junto a los dibujos de nubes, estrellas y sueños alegres.
Mañana… mañana seguiré soñando…
1 comentari:
Holaa!!
me ha encantado lo que has escrito. Un beso
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