dimecres, 31 de desembre del 2008

palestina



Sentada ante imágenes de edificios derruidos,

humeantes por unas bombas que hace pocas horas han destruido anhelos y esperanzas de los corazones rotos que los habitan,

una lágrima canta el himno de la libertad,

llora por su quebrada patria llamada paz.

Sollozos de impotencia golpean la mesa por una inocencia infantil pecadora de haber nacido en una prisión de ladillos.

Lágrimas resbaladizas inundan mejillas formando ríos de vida inerte ante sangre derramada.

Lágrima con sabor a sal sedienta de hermandad, soñadora de paz deseosa de felicidad.