junta de culata

Si ya lo digo yo, cuando un día se tuerce se tuerce de verdad y eso que que me levanté con una sonrisa de oreja a oreja y un gran bostezo que dejó cao al sueño. No olvidé saludar al sol y convercerme que ese seria un buen día que por cierto muy primaveral.

Me acicalé con mis mejores galas, no sé porque me apetecia estar de lo más linda ese día y toda mona salí de casa (lo de mona lo digo por eso de vestirse de seda eh?!?!) conviertiendose en único lema el "corre que llego tarde" vamos que corriendo llegué tarde al trabajo, corriendo llegué tarde al banco, corriendo llegué tarde a comer, corriendo entregué tarde la documentación pedida y corriendo salí tarde del trabajo. Eso sí, después de perder el tren llegué en punto al curso (mmmm... por qué sera???). En otro momento comentaré eso de las maquinitas de las estaciones que se tragan los billetes y no los devuelven y por esas cosas tú has elegido la más alejada de la taquilla y claro no te queda otra que delante del trasto por si alguien se lleva tu preciado billete pedir auxilio, señorita, señorita!!!!!! y claro todos los que estan en la cola de golpe se giran y te miran con cara de... por favor no ves que estamos antes??? mientras piensan "pringada".

Acabada la clase respiro, por fin!!! me voy a casa corriendo a cenar, pero imposible, llego a la estación justo a tiempo para ver como se cierran las puertas y se aleja mi tren.

Media hora más tarde de lo que tendria que haber llegado llego a casa con esa sensación de relax pero.... "imposible", una nota en la puerta del ascensor me comunica que por una averia han cortado el suministro de gas.

BUAAAAAAAAH! castigada a la cama sin cenar, total ya son casi las 12 de la noche y lo único que me apetece es olvidar este día.

Si es que ya lo digo yo, las juntas de culata lo hechan todo a perder...