dissabte, 16 de maig del 2009

de turismo por mi ciudad


Tengo los pies molidos y es que me ha tocado bajar a la ciudad. Lo que iba a ser una visita fugaz se ha convertido en un agradable paseo y es que en pocas ocasiones se puede disfrutar de Gracia como lo he hecho esta tarde.


Sin pensarlo me he sumergido en Barcelona sintiéndome una turista y paseando como su calle lo indica, he subido por Gracia y es que por muchas veces que pase por un mismo lugar siempre descubro algo que no había visto antes. Me he divertido con unas chicas que iban de boda e intentaban hacerse fotos ante el hotel Magestic, una pareja con vestimenta curiosa aprovechaba cualquier parada para besarse, un grupo de franceses se orientaba con un plano, un chico italiano advertía a sus compañeros que tenían enfrente la Pedrera mientras yo sin darme cuenta me he perdido entre una multitud esquivando cámaras fotográficas. Mientas unas señoras muy elegantes salían de Bulgari he recordado Paris, Roma, Nueva York…


Un guiño de Valentino me ha despedido del paseo para encontrarme con la calle Gran de Gracia, una pareja americana me ha descubierto un bello detalle de un edificio modernista y he soñado que entraba en el hotel de la casa Fuster. Empujada por la gente he seguido andando hasta llegar a la herboristería del Cel, no la conocía, un bello cuarzo tallado me la ha mostrado y seguro que vuelvo porqué es realmente como si estuvieras en el cielo. Con el cuarzo en mi bolsillo me he ido directa al encargo pero sin suerte, no he conseguido la finalidad de mi viaje a la ciudad y antes que el desanimo se pudiera apoderar de mi me he encontrado en medio de la calle Verdi, entre mis restaurantes favoritos, entre recuerdos, entre largas charlas de te tras un buen humus. He entrado en la pastelería que una vez encontramos cerrada. Entrar en ella ha sido un pequeño homenaje a mi querida amiga Magic. Un cefalito en la plaza del Sol, sentada aferrada a mi bandeja de dulces árabes como mi único tesoro he decido volver por las callejuelas del barrio.


Con los pies en remojo he sacado una conclusión de esta tarde y es que ir con tiempo da la tranquilidad de descubrir el placer de pasear, tiendas con encanto y un dulce café, aparte de tener la oportunidad de dedicar tiempo a una amiga que está a un puñado de kilómetros.


A partir de ahora intentaré pasear en vez de correr, y así, andando, despacito, te envío un besito y te deseo buenas noches que yo me voy pal desierto que ya tengo la mantita preparada y los baklava en la mesita.

2 comentaris:

magic ha dit...

Mi reina que buenos recuerdos¡¡ que bonito lo que escribes y como me haces sentir que estoy otra vez contigo paseando por tu ciudad¡¡ que ganas tengo de cogerte del brazo para ir paseando descubriendo las maravillas de Oriente escondidas en sus calles... ya falta poco nena.
Te quiero, te echo de menos, ya lo sabes

Libelula ha dit...

awwww
m encanta este blog..
Cuidate
suerte en tu vida..
t visitare pronto